Al abordar el tema de la Universidad del futuro, no podemos prescindir de los imaginativos aportes del ex Rector de la Universidad de Brasilia, profesor Cristovam Buarque, expuestos en su obra “La Universidad en una encrucijada”. El profesor Buarque parte de las siguientes consideraciones:
En los últimos mil años no ocurrieron grandes cambios estructurales en la universidad.
El rol de la universidad poco cambió.
Entretanto, la realidad de la situación social en el mundo, como también los
avances dinámicos en términos de información, conocimiento, y nuevas técnicas
de comunicación y educación, evidencian la necesidad de una revolución en el
concepto de la universidad.
“Casi ochocientos años después de su creación, las universidades necesitan entender que mudanzas tienen que ocurrir en cinco grandes ejes:
“Casi ochocientos años después de su creación, las universidades necesitan entender que mudanzas tienen que ocurrir en cinco grandes ejes:
a) volver
a ser la vanguardia crítica de la producción del conocimiento;
b) afirmar
nuevamente su capacidad de asegurar el futuro de sus alumnos;
c) recuperar
el rol de principal centro de distribución del conocimiento;
d) asumir
compromiso y responsabilidad ética para el futuro de una humanidad sin
exclusión; y
e) Reconocer
que la universidad no es una institución aislada, sino que hace parte de una
red mundial”.
“Más de ocho siglos después de su fundación, la
universidad se encuentra en medio de una revolución tecnológica, en un mundo
dividido, necesitando ahora hacer su propia revolución. Por lo menos siete
vectores deberán orientar esta revolución:
"a) Universidad
Dinámica. La Universidad no puede
encarar el conocimiento de forma estática, como si el saber tuviera una larga
duración compatible con el horizonte de la vida de sus profesores. Hoy, el
conocimiento empieza a cambiar en el instante en que es criado, y la
universidad tiene que incorporar esa dimensión en el rol que desempeña.
“Para eso:
El diploma debe tener plazo de duración. La
universidad del siglo XXI no puede responsabilizarse por los conocimientos de
un ex alumno formado hace algunos años. Es por ese motivo que un diploma
universitario debe conllevar la exigencia de reciclaje del conocimiento a lo
largo de toda la vida profesional;
La universidad debe ser permanente. En realidad, la universidad debe extinguir el
concepto de ex alumno. El estudiante formado debe mantener un vínculo
permanente con su universidad, conectándose con ella on-line y recibiendo
conocimientos a lo largo de toda su vida profesional, de forma a evitar la
obsolescencia.
Los doctorados deben ser actualizados. Lo que
ocurre hoy es que los alumnos de doctorado concluyen su tesis y cargan por el
resto de su vida un título que demuestra apenas que un trabajo de mérito fue
realizado en el pasado.
Los profesores deben ser sometidos a concursos
periódicos. Si los diplomas de graduación y de pos-graduación necesitan de
re-validación, los profesores no pueden mantener sus cargos con base en
concursos antiguos. La coherencia exige que los profesores universitarios
presten nuevos concursos, en plazos que permitan demostrar la actualidad de su
conocimiento.
Flexibilidad en el tiempo de duración de los
cursos. Si, por un lado, un alumno no debe jamás llegar al término definitivo
de su curso, por otro, es imposible definir, en términos de un período fijo, el
tiempo necesario para la obtención de los conocimientos básicos para la
práctica de una profesión. Las universidades del siglo XXI no pueden más fijar
la duración de sus cursos. Los alumnos podrán someterse a concursos que
determinen su habilitación para la práctica de la profesión, de acuerdo con su
propia capacidad y con el tiempo que les sea necesario.
Las referencias bibliográficas deben ser indicadas
on-line, con la propia elaboración del libro por los autores. Hoy en día, la elaboración de muchos libros
demora más que el desarrollo de las teorías contenidas en él. Una universidad
que se basa en libros impresos es una universidad que se atrasa en términos del
conocimiento de punta.
"b) Universidad
Unificada. Con esta red mundial, la idea
de limitar un alumno a un curso específico en su universidad de origen se tornó
anticuada e ineficiente. Cada alumno puede formular su propio programa de
curso, eligiendo los profesores y las disciplinas en escala global, en una red
que abarca al mundo entero.
"c) Universidad
para Todos. La universidad se convirtió
en una entidad única, debiendo estar abierta a todos.
"d) Universidad
Abierta. La universidad del siglo XXI no
tendrá muros, ni un campus físicamente definido. La universidad del siglo XXI
será abierta a todo el planeta. Las clases serán transmitidas por la
televisión, por la radio y la Internet, tornando innecesario que los alumnos
estén presentes en el mismo campus, o en la misma ciudad que el profesor. Los
profesores podrán mantener un diálogo permanente con sus alumnos de todo el
mundo.
"e) Universidad
Tridimensional. La universidad del siglo
XXI tiene, también, que ser organizada de forma multidisciplinario.
"f) Universidad
Sistemática. La universidad del futuro
se vincula universalmente a todas las otras universidades, pero tendrá que
vincularse también con todo el sistema de creación del saber. La universidad
deberá incorporar las instituciones de investigación pública y privada, bien
como todas las organizaciones no-gubernamentales, ligadas a la producción de
investigaciones, deben hacer parte del sistema universitario.
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